viernes, 30 de diciembre de 2011

Una cuestión de respeto

Hace un rato he oído en el telediario que el nuevo gobierno de Mariano Rajoy va a eliminar el canon digital. ¿Error o acierto? yo más bien diría que populismo.

La medida de implantar un canon digital, ha sido desde un inicio muy impopular entre determinados sectores de población. Entre todos aquellos que creen que tienen derecho a obtenerlo todo gratis, cuando sólo trataba de regular una novedosa situación, y coordinar la coexistencia de dos derechos, el de los derechos de autor, y el acceso a la cultura.

Supongo que el nuevo gobierno lo habrá hecho para intentar relanzar el consumo de determinados aparatos, abaratándolos de alguna manera. Aunque eso perjudique otras economías, en concreto la de los autores. Es obvio que nadie se convierte en autor, ya sea musical o literario, para hacerse rico, sino como respuesta a una necesidad vital de expresarse, pero como el resto de los trabajadores merecen una remuneración a cambio.

Cuando comenzó la revolución digital y Apple lanzó al mercado el primer MP3, los primeros, y durante mucho tiempo, únicos afectados, fueron los músicos. Comenzó una inagotable descarga ilegal de música por internet. Claro que a ellos siempre les quedan las actuaciones en directo, que también generan derechos a los compositores. Luego les siguio el séptimo arte, es cierto que muchas películas siguen llenando las salas, pero han sido muchos los cines que han tenido que cerrar. A continuación fueron las series de televisión, aunque éstas recaudan dinero con la publicidad en la primera emisión. Tras la llegada del ibook, le ha tocado el turno a la Literatura.

Parece un poema de Berton Bech.

Odio el ibook.

No comprendo como nadie puede leer un libro entero a través de esa pantalla. Es algo inmaterial. Los libros hay que tocarlos, sentirlos, pasar las páginas conforme avanza la historia, y luego depositarlos en una estantería para poder contemplarlo. Por no hablar del inmenso placer que supone bucear en una librería, eso no lo puedes hacer en internet, no es lo mismo.

Quien usa el ibook, no ama la Literatura. Bueno, puede que me haya quedado ya desfasada, quien sabe, o puede que al final el papel resista, el tiempo lo dirá.

Claro que digo lo mismo que de los bestseller (ya les dedicaré una entrada), mientras la gente lea, malo del todo no puede ser. Siempre que el libro que se lea en el ibook, o el ordenador se lea de forma legal.

No es la primera vez que alguien me enseña una carpeta (informática) repleta de títulos pirateados, diciendo mira, que esto a ti te va a gustar. Pero en que cabeza cabe, por Dios. Es como si de alguna manera me estuvieran robando. Y no es porque quiera hacerme rica con la Literatura, tengo más posibilidades de que me toque el gordo de la lotería de Navidad,  pero es que un libro supone muchas horas de trabajo de su autor, muchas, y ese trabajo merece ser reconocido y apreciado, y descargárselo ilegalmente supone una terrible falta de respeto hacia el escritor, porque expone que su trabajo no tiene ningún valor.

¿Qué le parecería a todos esos pirateadores que a ellos no les pagaran por su trabajo? si, que fueran todos los días a la oficina, y que al final de mes cuando tuvieran que cobrar la nómina, no les dieran nada, porque total que más da, el trabajo se da gratis.

Es una terrible falta de respeto, que me ofende profundamente.

Hay quien me dice que tienen derecho a acceder a la cultura libremente, es cierto, pero es que existen unos lugares llamados bibliotecas públicas, que parece que ya nadie se acuerda de ellas. Lo único que ocurre es que quieren todo gratis, y sin moverse de casa, da igual que sea música, películas, series de televisión, o libros, da igual todo gratis. Me voy a ir a una tienda a pedir gratis un ordenador nuevo, que tengo derecho porque lo necesito para navegar, a ver que me dicen.

Lo repito es una falta de respeto.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Poeta sucumbiendo bajo un alud de ollas de acero inoxidable

El singular título que da nombre a esta entrada, corresponde al libro de Manuel de Mágina publicado por la editorial El desván de la memoria.

Recientemente tuve ocasión de acudir a una doble presentación, que correspondía tanto al libro como a la editorial, puesto que se trata de la primera publicación para ambos. La editorial El desván de la memoria, nace del taller literario virtual del mismo nombre, que dirige Ramón Alcaraz desde el año 2003.

Conocí a Ramón hace un par de años, en un curso de redacción de guiones que él mismo impartía a través de la Escuela de escritores Alonso Quijano de Alcazar de San Juan. Posteriormente he acudido a sus cursos de relato breve, en esta ocasión impartidos a través del Taller de Redacción y Escritura Creativa Tomás Gallego, organizado por mi querida amiga, la poetisa Teresa Gallego. Ramón, también fue quien corrigió mi libro de relatos cortos, aún inédito.

Le quería dedicar esta entrada, porque en el discurso de la presentación explicó que el motivo que le había llevado a fundar una editorial era conseguir que de una vez por todas, algunos de los libros de sus alumnos vieran por fin la luz. Nos explicó algo que muchos de los estábamos allí sabíamos, que si no eres comercial no te publican, y no eres comercial porque no eres conocido, y no eres conocido porque no has publicado, y no publicas nada porque no eres conocido... y así hasta el infinito. Parecía la historia de mi vida.

El mercado editorial es una especia de bunker de alta seguridad, al que nadie puede acercarse salvo que ya esté dentro.

Personalmente (que he enviado mi libro a casí 40 editoriales sin resultado), no creo que el hecho de publicar o de no hacerlo, sea sinónimo de mayor o menor calidad. De hecho, leyendo las obras que su publican, y que ganan premios, puede que incluso sea un síntoma inequívoco de calidad literaria. Pero el caso es que algunos lo consiguen y otros no, ¿cuál es la fórmula del éxito? que un editor piense que puede ganar mucho dinero con lo que tú has escrito. Y es que no nos engañemos, la Literatura hace mucho que dejó de ser un arte para convertirse en un negocio.

Sin embargo, todo eso nos deja fuera a muchos autores que amamos este Arte, porque para nosotros si que lo sigue siendo, por encima de cualquier cosa, y que más que pensar o respirar, fabulamos historias.

Las excusas que te dan las editoriales son de lo más variopintas, que si el relato breve no tiene salida en el mercado y les mandes una novela (claro, luego si eso me saco cinco de la chistera), que si no publican libros de relatos de un sólo autor (aunque tú tengas en tu casa publicaciones suyas de un único escritor), que si sólo publican a mujeres muertas (bueno, de momento espero no entrar en ese grupo)... en fin, cualquier cosa, pero debajo de cada carta siempre subyace lo mismo, que no has publicado nada, que no eres conocido, y por tanto nadie va a apostar por ti, y como nadie lo hace  vas a seguir siempre en el mismo punto muerto.

Bueno, me olvidaba de mi favorita, las editoriales que cuelgan en su web que por favor, nadie les mande nada por correo electrónico, que solo quieren papel. Vamos a ver, tanta era digital, tanto ibook, y tanta historia y al final me tengo que seguir gastando el dinero en reprografía y correo postal. Y que conste que esto lo dice una ferviente defensora del papel, del libro tradicional, pero eso no obsta para que sepa apreciar las ventajas de determinados aspectos de la tecnología actual.

Por todo ésto, las iniciativas como la de Ramón Alcaraz, que nacen del simple amor a la buena Literatura con mayúsculas, y del deseo de dar conocer esas obras rechazadas por el mercado, pero dignas de la atención de los mejores lectores, son una bocanada de aire fresco dentro de un mundo que hace décadas olvidó sus orígenes artísticos, para dejarse seducir por las mieles del capitalismo.

Ahora solo falta la distribuidora.

jueves, 8 de diciembre de 2011

China

Hoy he visto en las noticias, que China sufre las consecuencias de una gigantesca burbuja inmobiliara, de forma que solamente en Pekin hay más de 60.000 pisos vacíos. Pero que pena me dan...

No es ningún secreto para todos aquellos que me conocen, que no tolero los abusos de la política económica china, o para ser más exactos, de su uso y abuso sistemático de esa arma arrojadiza que es la competencia desleal, asumida, e inexplicablemente tolerada, por otros Estados soberanos. Y no es que tenga algo en contra de los chinos, por favor que nadie lo piense al leer estas líneas, no se trata de eso, todo lo contrario, admiro a ese pueblo que aportó en el pasado grandes inventos que cambiaron la humanidad, como mi querido papel, y que ante penurias económicas no ha dudado en emigrar, ignorando diferencias culturales y barreras lingüisticas.

Lo que ocurre, para empezar, es que no tolero a su gobierno. Dudo que haya alguien que lo haga. No sólo por el abominable hecho de que se trata de una cruenta dictadura (parece que ya nadie se acuerda de Tian´anmen, y les aseguro que yo lo tengo muy presente), que sin ir más lejos el año pasado vetó la comunicación de la concesión del Premio Nobel de la Paz a un activista que lleva décadas en la cárcel, y no permite a sus ciudadanos algo tan básico como el libre acceso a internet. Sino también, y tengo que reconocer que de un tiempo a esta parte, de forma más preeminente por sus políticas económicas.

Y es que es indudable, China ha logrado la cuadratura del círculo, el capitalisto salvaje comunista.

Como todos sabemos, la mayor parte de las empresas de Occidente se han llevado sus fábricas a China. Lo hacen al calor de salarios bajos, y abaratamiento de costes. Una fuga de producción consentida por todos los gobiernos. ¿Pero es qué somos idiotas?

Hace siglos, Castilla vendía su excelente lana merina a Inglaterra, para luego comprarle el paño que fabricaba con dicha lana. Algo que supuso un paulatino e imparable empobrecimiento de Castilla. Y como ignoramos totalmente aquella máxima de Cánovas del Castillo, que decía que hay que conocer bien la Historia para no repetir los errores del pasado, pues nada, ahora dejamos que todos los puestos de trabajo se vayan a China, y luego compramos sus productos desechando los de producción propia.

Pues si, Occidente es idiota, pero mucho.

Yo defiendo como nadie el derecho de todos los pueblos a buscar una vida mejor. El estado del bienestar, y la extensión de la clase media, deberían dejar de ser un privilegio de unos pocos países, para convertirse en la situación general de todas las naciones. Pero no a costa de hundirnos al resto.

El hecho de que sus salarios sean más bajos se debe a que trabajan en condiciones de semiesclavitud (menos mal que son comunistas, y el comunismo es la dictadura del proletariado, que si no....), y lo que es más importante, la calidad de la fabricación es ínfima. No estoy descubriendo nada nuevo, todos sabemos que aquello que se fabrica en China es una porquería, muy barato, eso si; de hecho los nuevos ricos chinos, se niegan a comprar productos fabricados en su país, porque buscan calidad.

Por lo menos el paño de los ingleses era bueno, con los siglos nos hemos idiotizado más.

Además, su gobierno utiliza armas económicas, como una perpetua devaluación artificial de su moneda, el yuan, de manera que al cambio resulte mucho más ventajoso comprarles a ellos que a otras economías emergentes. Eso tiene un nombre, competencia desleal.

Al hecho de que estamos perdiendo puestos de trabajo en Occidente, porque nuestras empresas se llevan la producción a China, y somos tan estúpidos de comprar luego sus productos, pese a ser de inferior calidad y por tanto, durar menos, simplemente porque son más baratos, aunque perjudiquemos con ello a las pocas empresas que aún operan aquí, y poniendo en peligro nuestros propios empleos, hay que añadir el masivo desembarco de comerciantes chinos.

Vuelvo a decir lo mismo que he dicho antes, no tengo nada en contra de los chinos, ni de aquellas personas que luchan por lograr un futuro mejor. Pero creo que no lo están haciendo bien. Ni nuestros gobiernos tampoco, ¿a qué esperan para imponer aranceles aduaneros, sancionarles por políticas de competencia desleal, y falta de respeto a los derechos humanos?

España es un país con un tejido industrial compuesto básicamente por pymes, donde el pequeño comercio crea tradicionalmente la mayor cantidad de eso tan escaso como es el empleo estable. O por lo menos lo era hasta hace unos años. Todos hemos visto como en los últimos años el aspecto de muchas de nuestras calles cambia, donde antes había pequeño comercio, ahora solo hay tiendas de chinos, venden alimentación, ropa, manicura... sus comercios florecen como las setas en otoño. Venden más barato, y no se puede competir, no respetan los horarios de cierra, y no se puede competir, no pagan impuestos ni licencias, y eso es una clamorosa injusticia.  Pero la gente les compra.

Vamos a ver, es que no somos conscientes de que con su actitud están haciendo saltar por los aires todos los derechos sociales que tanto nos ha conseguido lograr a los europeos (vuelvo a repetir, menos mal que son comunistas, que si no...). Los trabajadores tenemos derecho a percibir un salario justo, a tener horarios que nos permitan tener vida más allá de nuestra ocupación, a tener vacaciones... algo que ellos ignoran por completo. Mucha gente pensará, yo lo he pensado muchas veces, que porque otras personas no abren negocios como los suyos, pues la respuesta es simple, primero porque el resto de comerciantes, sean de la nacionalidad que sean, respetan los horarios de cierre y apertura (¿de verdad necesitamos comprar una docena de huevos a las 23:30 hs. de la noche o un pantalón vaquero un domingo?), pagan impuestos y licencias, y lo que es más importante, salarios.

Además, todo lo anterior, el haber desarrollado en unos pocos años, una economía que al resto de países nos ha costado un par de siglos, creo que les va a pasar factura a los propios chinos. En primer lugar porque creo que están destrozando su medio ambiente, segundo, porque un mejor nivel económico debería traducirse en una mejor calidad de vida (por favor, que aprendan algo de nosotros), y tercero, porque algo que crece tan deprisa podría traducirse en un castillo de naipes.

Y así vuelvo al comienzo de esta entrada, China acusa el posible fin de la mayor burbuja inmobiliaria del mundo. ¿Nos suena? por desgracia si.

Por eso, yo hace mucho que no compro en tiendas regentadas por chinos, o al menos no lo haré, hasta que comiencen a jugar las mismas reglas del juego que el resto de comercios; y no compro nada fabricado en China. Por favor, a partir de ahora, cuando vayan a comprar algo, miren la etiqueta, y antes de pagar, tengan un pequeño momento de reflexión, y piensen en Tian´anmen, en las cárceles llenas de disidentes del régimen, en la falta de respeto a los trabajadores, al derecho a un salario justo, al respeto a la calidad de la mercancía, en nuestras empresas que no pueden sobrevivir a su competencia, y luego si quieren cómprenlo.

Para terminar, sólo decir que hay otras economías emergentes, como Brasil o Perú, que logran progresar únicamente a base de mucho esfuerzo y trabajo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Españoles por el mundo

Parafraseando el título de un programa de televisión, quería plasmar en esta entrada la actual situación que vivimos en nuestro país, y que está llevando a muchos miembros de mi generación a emigrar. Emigrar, si, hay que comenzar a utilizar esa palabra sin tapujos, porque las personas no se están marchando a ver mundo, ni a vivir aventuras, sino a buscar trabajo, y eso es emigración.

No puedo evitar pensar que dentro de la gravedad, es algo que no le viene mal a mucha gente.  A aquellos que llamaban sudacas y panchitos (como odio esa expresión) a los sudamericanos, y miran con recelo a su alrededor cada vez que se cruzan con un árabe o un negro, aunque lleven traje y corbata. Los mismos que olvidaron que sus padres y abuelos, se habían tenido que buscar la vida en Alemania, Francia, Argentina, México.... eso pasa por desmemoriados.

Porque como dice el refrán "ni pidas a quien pidio, ni sirvas a quien sirvio". Porque en lugar de convertirnos en tierra de acogida para aquellos que buscan un futuro mejor, haciendo uso de nuestra memoria colectiva, España fue en muchos casos un lugar de recelo y abusos laborales.

Hay quien dice que es que antes los españoles se iban con un contrato, y ahora los inmigrantes no tienen papeles. Mentira. Como familiar de emigrantes, puedo afirmar que se iban con un billete de ida, un conocido que les ayudara los primeros días, y a buscarse la vida. Y quien no me crea, no tiene más que ver la tan manida "Vente pa Alemania, Pepe",  para contemplar a un Alfredo Landa escondiéndose de la policía alemana porque no tiene papeles.

Es cierto que desde aquellos tiempos este país ha cambiado mucho, pero eso no justifica que también nos hayamos vuelto amnésicos.

Abandonar tu país en busca de un supuesto futuro mejor, es algo más duro de lo que muchos piensan. No solo implica dejar atrás tu ciudad, tus amigos, tu familia, tu idioma y costumbres, sino que te aboca a un perpetuo desarraigo si el retorno se dilata en el tiempo. No quiero ni pensar, lo que debe suponer dejar como muchos hijos pequeños, con todo un océano por medio.

Mi pareja lleva año y medio en paro, a pesar de ser licenciado universitario, hablar dos idiomas, y tener más de una década de experiencia laboral. Y como él mucha gente. Somos una generación que en un momento tildaron de X, pero que más bien se debería haber bautizado con un signo de interrogación; el símbolo del futuro que nos espera.

Está pensando muy seriamente irse al extranjero, como otros muchos hicieron antes que él, como otros tantos lo harán después. En su caso, es un viaje de ida y vuelta, pues ya vivio la experiencia hace muchos años. Y yo me planteo, ¿cómo sería mi vida en otro lugar? un lugar cuyo idioma desconozco, cuyas costumbres me son ajenas, y en el que sería, no nos engañemos, una ciudadana de segunda. Eso sin contar con el hecho de tener que abandonar mi amado Madrid, mis calles, mis colores, mis olores, mis recuerdos, mi familia... sin una fecha de regreso por obra y gracia de la economía.

Porque no es lo mismo ser un eramus veinteañero que se marcha un año a vivir la fiesta por Europa, que un treinteañero con sensación de derrota cuando apenas le han dejado iniciar la batalla.

Para terminar, quisiera compartir con todos vosotros, un artículo publicado en El País, que me ha enviado esta mañana una buena amiga desde Frankurt, una de esos Españoles por el mundo.


CONCHA CABALLERO
Las ilusiones perdidas
Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.
No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.
Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.
No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.
En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.
No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.
No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.

martes, 29 de noviembre de 2011

El gordo

He leído que Mariano Rajoy va a tomar posesión de su cargo el 22 de diciembre. Mira por donde, este año la lotería de Navidad nos trae un nuevo Presidente del Gobierno.

Muchos creen que con el cambio de Gobierno, o mejor dicho con el cambio de signo político del Gobierno, vamos a salir de la crisis. Ójala fuera tan sencillo, y no lo digo porque no desearía que fuera así, de verdad desearía que fuera tan fácil, pero hace falta mucho más que un cambio en la dirección del país para que mejore la economía.

Además, durante los ocho años que Rajoy ha estado en la oposición, no ha aportado ninguna solución, no le ha dicho a Zapatero yo haría esto o lo otro, no, simplemente se ha limitado decir no a todo, y a crispar más el ambiente.

Con ésto no estoy diciendo que Zapatero haya gestionado bien la crisis, que va a ser que no, vamos a contribuido bastante a hundirmos más si cabe.

Por otro lado, y aunque es innegable que la economía española está por los suelos, no creo que la cifra de parados sea real, ya que si fuera así habría habido un estallido social, y no me refiero a un 15 M, sino más bien a una revolución. Lo que creo que es tenemos mucha economía sumergida, y mucha picaresca, que nos olvide que estamos en el país de Rinconete y Coradilo.

En fin, que a ver si la lotería de Navidad, este año nos trae algo más que un cambio en el Gobierno.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Nos hundimos en el Mediterráneo

El Mare Nostrum, que decían los romanos, es más nostrum que nunca, y es que parece que los paises mediterráneos nos hundimos inexorablemente.

De un tiempo a esta parte no veo la televisión, no leo el periódico, y en la radio solo oigo música, porque en el reino de la inopia soy mucho más féliz. Sin embargo, en los tiempos que corren es imposible mantenerse al margen de todo lo ocurre a nuestro alrededor, y entonces es cuando te deprimes.

Mientras escribo estas líneas mi pareja está viendo un reportaje sobre la II Guerra Mundial, que me está terminando de arreglar el estado de ánimo. Porque los fallecidos eran personas que vivían en Europa, no hace muchos años, y que antes de que estallara llevaban vidas muy parecidas a las nuestras. Mi profesor de economía decía que no hay nada como una guerra para acabar con una crisis económica, y ese pensamiento me da miedo. ¿Cómo acabará todo ésto? solo el tiempo lo sabrá.

Dicen que el s. XX fue el más convulso de la Historia, pero el XXI ha empezado cojonudo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La Montaña mágica

Hola de nuevo,

He estado más de un mes sin ordenador en casa, así que no he podido escribir nada aquí. Madre mía que mono tenía, jamás pensé que esto de tener un blog me iba a enganchar tanto, estaba deseando volver a "desahogarme" cibernéticamente.

Para celebrar este nuevo comienzo, os dejo una reseña que publiqué hace tiempo en la Web literaria, Mundo Palabras, sobre el libro que da título al blog, la Montaña mágica de Thomas Mann.

La Montaña mágica:

La Montaña mágica, es la gran obra maestra de Thomas Mann, y sin duda alguna una de las cumbres de la narrativa del siglo XX. A Mann le fue concedido el premio Nobel por su primera novela Los Buddenbrook, ya que en aquel momento se concedía a una obre concreta, pese a lo cual la fama internacional le llegó tras la magnífica adaptación al cine, por parte de Visconti, de su novela corta La Muerte en Venecia; sin embargo, ha sido gracias a este libro que su nombre figura con mayúsculas en la historia de la Literatura.

Escrita durante el periodo de entreguerras, pero situada en los años previos a la Primera Guerra Mundial, nos cuenta la historia de Hans Castorp un ingeniero de Munich de familia acomodada, que decide pasar unas vacaciones visitando a su primo Joachim, que aquejado de tuberculosis se encuentra ingresado en un hospital de los Alpes suizos. Una vez allí, los médicos descubren que el propio Hans padece la misma enfermedad, y le recomiendan el ingreso, pasando así a formar parte de la curiosa familia que habita en aquel lugar.

Esta sencilla premisa argumental, no es más que un astuta excusa del autor para situar a los personajes en un entorno que nada aporta al desarrollo de la historia, envueltos por una rutina presa de un sin fin de comidas y reposos envueltos en mantas sobre una chaise longe al aire libre, donde las voces de los protagonistas se convierten en dueños absolutos de la acción.

Durante más de 700 páginas, literalmente oiremos los diálogos entre Joachim y su primo, con los inolvidables Nafta, Septembrini, el señor Alvín… Así en un lugar, con personas procedentes del todo el continente europeo, donde los rusos comen por separado en función de si son ordinarios o refinados, y el arte de envolverse en mantas adquiere dimensiones casi sagradas, se nos irán mostrando las distintas corrientes filosóficas o artísticas, que hacen que la cultura occidental sea lo que es, y no otra cosa, llegando a desgranar que es lo que nos une y nos separa a los distintos europeos como pueblo único.

Sin embargo, este libro encierra una trampa agazapada entre sus últimas páginas, y es que esas personas tan cultivadas, que no tienen nada mejor que hacer que entregarse a interminables diatribas, verán alterado todo su mundo ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, que les obligará a abandonar su aislado refugio y enfrentarse al mundo real.

Con este magistral cambio de registro, Mann le da, en apenas dos hojas, la vuelta al significado completo del libro, mostrándonos que todo aquello que hasta ese momento parecía querer ensalzar, no era sino una feroz crítica de los planteamientos y actitudes que llevaron a la entonces conocida como Gran Guerra.

martes, 4 de octubre de 2011

Hasta el moño de la crisis

Estoy, como se suele decir, hasta el moño de la crisis. Y no es por las noticias que nos llegan día si, y día también, para decirnos lo mal que va todo, es que la gente que conozco no para de quedarse en paro.

Si la gente no tiene trabajo, no puede consumir, y por tanto el comercio se resiente, lo que acarrea más despidos, y más gente sin dinero, e hipotecas sin pagar, e industrias sin demanda... y así estamos en una espiral sin fin, que nos va a llevar a todos al desastre más absoluto.

Hoy tres personas, me han comunicado que se han quedado en paro. Estoy deseando que alguien me llame para darme una buena noticia, claro que al paso que vamos, las buenas noticias las van a catalogar como especie en peligro de extinción, junto con los linces ibéricos.

Este blog, iba a ser un blog literario. Jamás pensé que la economía, la actualidad, la vida sin más, iba a irrumpir como lo ha hecho.

Llevo un año y tres meses sin escribir una sola línea, justo desde el momento en el que la persona que comparte mi vida perdió su trabajo tras 10 años dejándose la piel en un banco, justo los mismos que llevamos juntos. Ese bloqueo era lo que quería conjurar. Desahogarme, para poder volver a crear. Parece que será un proceso largo y difícil.

Acabo de leer en un blog, que me ha remitido un compañero aspirante a escritor (somos tantos, ¿verdad?), una entrada muy curiosa titulada " Consejos para escritores noveles", no descubre nada nuevo para aquellos que llevamos años dándole a la tecla, aunque sea sin ningún resultado, pero uno de ellos me ha llamado la atención: escribe un blog, decía, te ayudará a conjurar los malos espíritus. Veo que no soy la única.

Este año se acaba, ¿qué nos deparará el 2012? quien sabe, solo esperemos que por lo menos el mundo no vaya a peor. Que cuando estemos peor, estemos como ahora.

domingo, 25 de septiembre de 2011

El día del juicio mortal

Acabo de terminar de leer el último libro de Charlaine Harris, "El día del juicio mortal", que hace el número once de la saga de los libros de Sookie Stackhouse, y que ha inspirado la serie de televisión True blood.

SPOILER:

En este nuevo libro nos encontramos a Sookie viviendo con su primo Claude, y su tío abuelo Dermot, que se han mudado con ella después que Niall sellara el mundo feérico. Según dicen, es porque se han quedado solos y necesitan la cercanía a otras hadas. Huumm ¿tiene Claude algún plan oculto? en este libro se insinua, pero no lo desvela, habrá que esperar al siguiente.

Por otro lado, el antes loco Dermot, es ahora una amable persona que solo quiere vivir con su sobrina. ¿Otro plan oculto? en este caso creo que no.

Además, Sookie descubre que en el Hooligans, el bar de Claude, se han reuniendo todas las criaturas feéricas (descubrimos que solo hay hadas, también están los siniestros elfos) que se han quedado fuera de su mundo. ¿Eso es por qué realmente necesitan estar juntas o por qué traman algo? nuevamente habrá que esperar al siguiente libro.

Fiel a su tradición durante los diez libros anteriores, Harris habre interrogantes que no responde, para dejarnos con la miel en los labios, y abalanzarnos a la siguiente entrega según se publique.

Pero si que descubrimos algo nuevo. El señor Cataliades, al que conocimos en libros anteriores por ser el abogado, medio demonio, de la reina vampira de Louisiana, resulta que era también íntimo amigo del abuelo de Sookie (el de verdad, Fintan el hada), y visitó al nacer tanto al padre y la tía de Sookie, así como a ella misma y su hermano Jason. ¿Qué buscaba?, pues parece ser que algunos humanos al nacer tienen algo llamado chispa esencial, que les permite tener más sensibilidad hacia el mundo sobrenatural. La abuela de Sookie la tenía, y era herencia es lo que Cataliades buscaba, porque hizo un regalo a Fintan, aquel de sus descendientes medio humanos que tuvieran la chispa esencial, heredaría la capacidad de ser telépata, capacidad que no procede de las hadas, sino del propio Cataliades. Así descubrimos que el don de Sookie, no procede de su herencia como hada, sino de un regalo de un demonio al nacer. También entendemos como Niall y el resto de hadas de su familia, no se han puesto en contacto con Jason, él no posee la chispa esencial, y por tanto, no es interesante desde su punto de vista.

En el lado de las tramas vampíricas, Eric sigue tirándose a Sookie (en este libro sólo hay un polvo salvaje, ¿se estará volviendo la Harris mayor?), pero tienen problemas con el lugarteniente del nuevo rey vampiro Felipe de Castro. Así que resumiendo mucho, deciden cargárselo, protagonizando todos en Fangtasia una de esas escenas de violencia que tanto gustan a la autora. Sookie acaba horrorizada... vamos a ver, si en cada libro hay al menos un par de esas escenas, si tenía que estar ya curada de espanto. En fin... americanos sureños.

También descubrimos que el creador de Eric, Apio Ocella, antes de morir arregló el matrimonio entre Eric y la reina de Oklahoma, y Eric se ve obligado por las leyes vampíricas a casarse con ella, y por tanto anular su matrimonio con Sookie. Lo deja así en el aire, ¿cómo acabará? nuevamente habrá que esperar al siguiente libro (esto empieza a parecer la Historia Interminable, ya sabeis "esto es otra historia y deberá ser contada en otro momento"). Lo mejor es que Sookie, que gracias a la magia de Amelia ha conseguido romper el vínculo de sangre con Eric, se entera por Pam, lo que refuerza su amistad. Me gusta mucha su amistad.

Hay una escena que no quiero dejar de mencionar, y es que en un momento en que Sookie huye de unos matones mandados por Sandra Pelt (si, otra vez los Pelt, pero vamos en este libro ya los liquida para siempre), se refugia en casa de Bill. Como llueve, y para no dejar rastros de agua, se quita la ropa, y se mete así, como vino al mundo, en la guarida diurna del vampiro, que claro cuando despierta se la encuentra desnuda y a su lado. ¿¿¿??? vamos a ver, vamos a ver, Señora Harris, ¿a qué viene ésto? se supone que el triángulo Bill, Sookie, Eric, lo habíamos dejado atrás hace varios libros. No volvamos locos a los lectores. Además, ya sabemos que los seguidores de la serie de TV, que no saben de la misa a la media, porque la serie va por el cuarto libro y no saben lo que pasa a continuación, a lo que hay que sumar la manipulación que están haciendo los guionistas de la trama, son muy pro-Bill, pero los que leemos los libros, y sabemos toda la historia, somos por-Eric. Vale que últimamente Bill ha remediado un poco sus pecados, se ha disculpado mil veces, y parece que nos vuelve a caer bien, pero vamos que no nos vuelvan locos.

Para terminar, comentar algo que creo adivinar como lo va a desarrollar la autora en los próximos libros. Oculto en un mueble viejo de su desván, Sookie descubre un cludiel dor, un regalo de Fintan a su abuela. Cataliades la cuenta que es un objeto muy raro, creado por la magia de las hadas, que se suele regalar a los enamorados. Permite que se cumpla un único deseo, relacionado con el amor. ¿Cuánto nos jugamos a que Sookie acaba pidiendo que Eric vuelva a ser humano? así podrán envejecer juntos, y ser felices. Porque para vivir el resto de la eternidad juntos, bastaba con perdirle a Eric que la haga vampiro (vamos lo que había pedido yo, hace ya como siete libros), pero me da en la nariz que la autora, no es tan pro vampiro como yo (como me gustaría vivir para siempre, no envejecer... creo que he leido demasidos libros de vampiros, jeje) y va por esos derroteros. Ya veremos.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Septiembre

Este mes de septiembre está siendo muy raro para mi. Normalmente soy una persona extraordinariamente optimista, que siempre ve el lado positivo de las cosas, como si jugara permanentemente al juego de la alegría de Pollyanna, lo que me permite en la mayoría de las ocasiones encarar la vida con una sonrisa.

Pero ahora es diferente. Estoy triste, y es un estado de ánimo tan inusual en mi, que no sé como encararlo. Diversos problemas de salud a mi alrededor, que no vienen al caso enumerar, unido al estado general del mundo, hace que por primera vez en mi vida encuentre pocas cosas por las que estar alegre.

Mi madre dice que es porque pertenezco a una generación que nunca ha tenido problemas reales, que hemos crecido teniendo de todo, y con todas las oportunidades al alcance de nuestras manos. Y que por eso, la situación que vivimos actualmente nos desborda emocionalmente. No sé si será porque mi madre está en lo cierto, o porque odio la incertidumbre que rodea desde hace meses nuestras vidas, que se acredienta semana a semana, pero miro el futuro con unos ojos que parecen ajenos a mi. 

En febrero de no recuerdo si hace dos o tres años (lo siento, siempre he tenido muy mala memoria temporal) falleció de repente un primo mío a la edad de 35 años. Tuvo un infarto que le hizo fallecer en el acto. Aquello fue muy duro, no solo por el terrible hecho que supone perder a una persona querida, con la que has crecido, sino también porque me supuso por primera vez, tener concienza certera, tangible, inequívoca, de la absoluta fugacidad de la vida.

Polvo eres, y en polvo te convertirás.

Y siento como esa vida limitada se me escapa entre los dedos. Tengo 33 años, en enero cumpliré 34, y ¿qué tengo?: una casa que no es mía, y que no se me permite decorar porque se supone que pese a llevar aquí viviendo 4 años es un acomododo temporal. Sin por supuesto perspectivas de poder acceder a una vivienda propia (cuando teníamos dinero y trabajo, estaba el boom, ahora que bajan los precios, no tenemos dinero ni trabajo). Una pareja que lleva más de un año en paro, y que ya tiene planes para irse a trabajar al extranjero (por lo menos se quedaría en Europa. No hago más que pensar que los sudamericanos que dejan a sus familias al otro lado del mundo, y pasan años sin verlos. Ahora entiendo lo duro que resulta), se me parte el alma cada vez que lo pienso. Y si bueno, yo tengo un buen puesto de trabajo, en lo mío como se suele decir, ejerciendo la profesión para la que estudie, y en una empresa en la que me siento valorada, pero ya nada es eterno, en un segundo todo cambia, el mundo se derrumba a tu alrededor, la empresa puede empezar a ir mal, y todo a la porra.

En cuanto me quiera dar cuenta tendré 40 años, y me veo ... mejor no pensarlo.

Ya ni siquiera me queda la Literatura, que era mi eterno salvavidas. Hace meses que no escribo una palabra, no sé si es un bloqueo, o la vida me ha matado la inspiración. Ah, y nadie quiere publicar mi libro, claro, que quién iba a querer publicar con la que está cayendo un libro de relatos de una autora desconocida, y que seamos francos, a lo mejor es que no tiene talendo ninguno.

Tras escribir estas palabras, asoma tenuemente ni antiguo yo, y me recuerda, que tengo una familia estupenda, y un montón de amigos.  Supongo que no todo es tan malo a mi alrededor.

Por otro lado, hoy en leído en un periódico digital, que Grecia ha presentado de una vez quiebra. ¿Es el principio del fin de Europa? Hasta este año no había sido consciente de lo mucho que la economía influía en nuestras vidas. Tengo 33 años y quisiera tener un bebé, pero si tengo a mi pareja en el extranjero, y la puta economía no se recupera, ¿será posible? bueno, mi suegra (berlinesa) nació en pleno bombardeo aliado, supongo que a todo se puede sobrevivir.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Moderna de pueblo

El otro día estuve leyendo un comic, "Moderna de pueblo", que me hizo reir con ganas, algo que les aseguro tiene mucho mérito, pues una es seria como solo podemos serlo los castellanos.

Este comic cuenta las andanzas de una chica de pueblo que se muda a la gran ciudad (no dicen cual, pero creo que se trata de Barcelona), y todo su empeño es que no se la note que es de pueblo. Me hizo mucha gracias porque muestra detalles sobre la vida en las ciudades, que a aquellos que nacimos en una, se nos escapan por completo, amen de señalar pequeños vicios de los que se han mudado a una, habiendo nacido en un lugar más pequeño.

Por ejemplo, da el consejo de que cuando te pregunten de donde eres digas la provincia, no el pueblo, porque nadie lo va a conocer. O se muestra a si misma saliendo por la boca de metro equivacada, porque no sabía que podía haber varias.

Un amiga mía de Bilbao, siempre cuenta que cuando se vino a vivir a Madrid, le sorprendía como los madrileños le decían, "si está ahí al lado", para señalar lugares que a ella le parecían que estaban lejísimos. Comenta que lo que más le costó, fue aprender a relativizar las distancias. Otro amigo de Valencia, dice que a él le estrañaba que la ciudad nunca se acabara, que detrás de unos edificios, siempre había otros, e inconscientemente buscaba el mar en el horizonte.

Los que hemos nacido en grandes ciudades, yo creo que nunca nos planteamos estos temas. Para nosotros todo es natural y siempre ha sido así. Además, estamos tan acostumbrados a conocer gente de fuera que se ha mudado aquí, que tampoco nos llama la atención. Jamás, pensé que para ellos era un gran cambio, que tuvieran que cambiar costumbres, y amoldarse a nuestra forma de comportarnos para pasar desapercibidos.

En el comic, la protagonista se lanza a la aventura de aprovechar la máximo las oportunidades (de ocio) de la ciudad. Sobre todo las moderneces. Jamás pensé que una ciudad española hubiera tantas cosas, si parecía NY (de hecho, por momentos parecía Sexo en NY). Será cuestión de salir más, aunque una no es especialmente moderna, sino más bien del montón, tirando a bohemia.

Al final, la ciudad se le queda pequeña y se muda Londres. Que envidia. Supongo que el siguiente paso será NY. Son dos ciudades, que a una servidora, urbanita militante, siempre le han fascinado.

Hubo muchos otros detalles que me hicieron reir, como la protagonista y un amigo en la cola de un cine de reposición, cantando, Movirecord, que nostalgia.

Por cierto, de toda la fauna y flora urbanita que muestra, yo sería el amigo/a cultureta jajaja. Si hasta la lleva a un cine de versión original, no me pude sentir más identificada.

martes, 6 de septiembre de 2011

El fin del mundo

Hoy los titulares de los periódicos, decían que el temor ante una quiebra de Grecia, hacía caer de nuevo los mercados, y amenazaba con haber una nueva recesión.

Todo son buenas noticias.

Llevo unos días en los que me he refugiado en mi burbujita, huyendo del mundanal ruido, sin que nada me perturbe. ¿Por qué? porque parece que estemos a las puertas del fin del mundo. No quiero ver el telediario, ni leer los periódicos, ni hablar con nadie de la actualidad. Si por casualidad enciendo la televisión y sale por ejemplo, un político, cambio inmediatamente de canal.

Si te abstraes de las noticias, ves que el mundo continúa, que no se ha detenido en ningún instante. Que en los bares hay gente, en los parques niños, que la vida sigue, mal que pese a muchos. Sin embargo, unos pocos se empeñan en que pensemos lo contrario, y lo que es más, como según su parecer estamos mal, no van a parar hasta que lo estemos realmente, hasta conseguir vernos donde quieren, hundidos.

Estoy harta, a partir de ahora buscadme en mi burbuja.

domingo, 28 de agosto de 2011

Tempus fugit

Recientemente, han aparecido en el trastero de casa de mis padres, dos cajas grandes con cientos de películas en VHS. Son mías, de mi época de adolescente. Este hallazgo me ha supuesto una vuelta sensorial al pasado.

Es increible como pasa el tiempo. Sé que es una frase harto manida, pero es un pensamiento que en los últimos días no para de rondarme la cabeza. Cierro los ojos, y estoy sentada en el salón de casa de padres, con una decoración que ya no conserva, merendando un bocadillo de membrillo mientras veo Verano Azul, o Dartacan, o El equipo A. Mi madre es joven, lleva un cardado imposible, y las uñas pintadas de un rojo furioso. Me manda a hacer los deberes, y yo protesto porque quiero ver la televisión, Luz de Luna, Aquellos maravillosos años, o ya más mayor Sensación de vivir. Mi madre dice que no puede ser, que tengo que estudiar, pero que si saco buenas notas, compraran un video para que pueda grabar todo lo que no veo cuando tengo que estudiar.

Primero fueron los Beta, y luego los VHS, posteriormente desbancados por el DVD, claro que para entonces yo ya estaba en la Universidad. En mi casa entró directamente el VHS, solo unos años después de que mis padres se decidieran de una vez a comprar un televisor en color. Yo era la única niña del colegio que aún tenía tele en blanco y negro ¡a mediados de los 80! Claro que luego leía las viñetas de Mafalda, y como ella directamente era la única niña de su clase que no tenía televisor, eso me consolaba bastante.

Con el tiempo llegamos a tener, dos televisores, dos videos y un DVD. Cuando me fui de casa me llevé uno de los videos conmigo, pero se estropeo al poco tiempo, así que me compré un combo, pese a las burlas de todo el mundo, que me decían que me comprara un DVD grabador y me dejara de antiguallas.

El caso es que hoy he terminado de colocar todas las cintas de video que han aparecido. Muchas compradas, pero la mayoría grabadas de la televisión. Va a ser gracioso ver los anuncios de la época.  Veis, si no tuviera el combo ahora no las podría ver, y habría sido un hallazgo algo soso.

Lo más curioso del caso, es que comentándolo con amigos, me he encontrado con la para mi incomprensible actitud, de que la gente no entiende porque no las tiro. Que si no se ve como el DVD (las he probado, y se ven bastante bien), que si hay que ajustar el tracking (algo que yo no hecho en mi vida), y si las iba a tener que rebobinar con un boli bic (aquí es donde me he dado cuenta de que algunas personas padecen lagunas, porque lo que se rebobinaba con un boli eran las cintas de casette, no las de video), y un sin fin de comentarios parecidos.

Esta claro que los listos son ellos, que su día se compraron el video Beta, y las películas Beta, luego el video VHS, tiraron las películas Beta y compraron las mismas VHS, después compraron el DVD, tiraron todas las cintas de VHS, y por tercera vez compraron las mismas películas en DVD. Y ahora viene el Blue-ray, y así hasta el infinito y más allá.

Hay quien directamente no tiene reproductor de nada, graba lo que quiere de la tele en el disco duro del televisor, y las películas se las baja de internet (odio la piratería, ya le dedicaré otro post), o quien ya ni ve la televisión y se baja todo, las películas, las series (aunque a la misma hora las estén emitiendo en antena) todo... los tiempos cambian.

Fuera lo viejo, y viva lo nuevo, parece ser la consigna vital de muchas personas, que además se rien de quienes no nos avergonzamos de tener recuerdos, y asumir que hemos vivido otras épocas, porque ya no tenemos 20 años. Quien estas líneas escribe, no aborrece la tecnología, la prueba más evidente, es que estoy escribiendo un blog, signo inequívoco de los tiempos que vivimos, pero no creo que ésta tenga que barrer de un plumazo todo lo anterior.

Tengo un ordenador y navego por internet, si, pero también tengo cintas de video que no tengo porque tirar y adquirir en otro formato.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Endeudamiento público

De un tiempo a esta parte, no paramos de oir hablar del endeudamiento de las Administraciones Públicas en este país. Especialmente de los casos de la Generalitat de Cataluña y la Junta de Castilla La Mancha.

Pues bien, que sepan todos ustedes que no es algo debido a la crisis, es que en este país el Estado no paga, ni ahora ni nunca. Quien escribe estas líneas ha trabajado muchos años con Administraciones Públicas, más concretamente, aclara que la empresa para la que trabajo era proveedor habitual del Estado (de todo tipo de organismos), y yo gestionaba esas cuentas.

Era un horrror. Y no ya, porque hablar con la persona de contacto era casi imposible porque cuando no estaba en el médico, estaba desayunando, o de moscosos, o vete tú a saber donde, o porque tenía que luchar contra una más que absurda burocracia, es que después de realizar todo el trabajo, no pagaban.

Parece que ahora con la crisis ha salido todo a la luz, muy probablemente porque las empresas se han negado en firme a continuar prestando sus servicios y mercancias de forma gratuita. Pero es algo que viene de muy antiguo.

Recuerdo, que primero tenías que luchar para comprobar si les había llegado la factura, porque obviamente si se perdía, nadie la reclamaba. Luego, intentar por todos los medios que el servicio que tenía asignado el suministro la visara y la pasara al departamento de intervención, donde solían dormir el sueño de los justos a la espera de pasar a tesorería, donde al final te decían que no pagaban porque se habían quedado sin presupuesto. Y ¿qué pasa si por ejemplo un Ayuntamiento se queda sin presupuesto? pues que no puede pagar las facturas de ese año, así que al siguiente año tiene que celebrar una junta extraordinaria para aprobar el pago de las facturas pendientes (remanente de años anteriores, le llaman) con cargo al nuevo presupuesto anual, que se ve mermado, y así hasta el infinito y más allá. En el camino han transcurrido ni se sabe los meses, y tú no cobras, pero tampoco se te ocurra intentar cobrarles intereses de demora.

Señores hay que decirlo bien alto, el principal moroso de este país es el Estado.

Pero como digo no es algo propiciado por la crisis, es como trabajan de forma habitual. Detrás de cuantos cierres de pequeñas y medianas empresas estará esta actitud.

Lo mejor de todo son las perlas que te dicen, que si de que te quejas que da mucha imagen trabajar con ellos, que son el Estado y no puedes hacer nada, que no te impacientes que todo el mundo sabe que la Administración acaba pagando aunque sea dentro de cinco años (claro y mientras como aire)...  y así día tras día.

Tengo que decir que acabé hasta las narices, que odio profundamente al funcionariado español, que para reducir el deficit público acababa de un plumazo con tanta Comunidad Autónoma, con sus 17 parlamentos, con las diputaciones provinciales, y gran parte de las empresas públicas. Lo digo, lo afirmo, y lo reitero, no hay nada peor que trabajar con la Administración. Llegué a tal estado de desesperación que un día acabé gritando y diciéndole de todo a una empleada de la Tesorería central de la Generalitat de Cataluña, que me recorrí todas las Consejerías de la Comunidad de Madrid, factura en mano cual cobrador del frac, y que le dije a un jefe de servicio del Ayuntamiento de Jérez, que por mi madre, que o me pagaban o me presentaba allí con una grúa y me llevaba todo lo que les habíamos suministrado.

Además, que lo mejor de todo es que cuando licitas, para la adjudicación del contrato, figura por todos lados que ese concurso está ligado a una partida presupuestaria, entonces me pregunto ¿a dónde va a parar ese presupuesto? ¿cómo es que después no te pueden pagar?

Lo mejor además, es que como son contratos ligados la p... Ley de contratos del sector público, no puedes hacer nada, bueno, no podías. Antes una administración podía estar hasta 8 meses sin pagar y quedarse tan contento, solo te quedaba el recurso de la pataleta. Sin embargo, la Ley 15/2010 de reforma de la Ley 3/2004 de medidas de lucha contra la morosidas, implantó el año pasado que la Administración tiene que pagar a 30 días (ay que me troncho), y que si no lo hace el proveedor puede reclamar, y si a esa reclamación no contestan, se revierte el silencio positivo a favor del acreedor, de manera que la Administración asume la deuda, y ya se puede reclamar ante un Juzgado. Por un lado es un primer avance, ya que te da un mínimo de herramientas para defenderte, pero por otro es una quimera, porque teniendo en cuenta como funcionan los Juzgados en este país (ya hablaré otro día de ello), para cuando quieras ejecutar una posible sentencia estimatoria, ya casi hasta te has jubilado.

De todas maneras, lo que si que es probable, es que el cambio de actitud que se está viendo en los últimos días por parte de los proveedores, como la farmacias manchegas, si que se deba al hecho de que ya por lo menos puedes reclamar, o a que con la que está cayendo en este país han decidido no dar más crédito a interés cero.

martes, 23 de agosto de 2011

La Tierra se mueve

Acabo de ver la noticia de que ha habido un terremoto en USA, y han tenido que ser desalojados varios edificios oficiales. No hay duda, la Tierra se mueve.

Todos estudiamos en el colegio aquello de las placas tectónicas, y los movimientos telúricos, pero afortunadamente en la vieja Europa muy pocos lo han vivido. Yo recuerdo como nos hablaban de Pangea y la creación de los continentes, en aquel momento me sonaba como algo muy lejano, pero últimante parece que aquellas lecciones de sociales estén cobrando vida propia.

No hace falta ser geólogo para saber que estamos ante un acoplamiento de las placas americana y asiática, que si no me equivoco son precismente las más jóvenes. Pero en lugar de ser algo que ocurre en millones de años, parece que estemos viendo ante nuestros ojos como cambia la faz de la Tierra.

Haiti, Chile, Japón, USA (y hasta Lorca), sinceramente, si yo viviese en la costa oeste americana, por ejemplo en California, estaría bastante asustada. Tal vez sea el momento de ir a visitar San Francisco antes de que desaparezca bajo el mar :(

Yo nunca he vivido un terremoto, pero no me quiero ni imaginar lo debe ser sentir que todo se mueve a tu alrededor. Si ocurren desastres en países tan preparados como Japón, no quiero ni pensar lo que podría ocurrir en una ciudad como Madrid, cuyo alcalde la está conviertiendo en un queso de Gruyere con coches.

En fin, mejor dejo de pensarlo.

lunes, 22 de agosto de 2011

La semana pasada

Hola a todos,

La semana pasada estuve fuera de mi ciudad y sin acceso a internet, así que no pude colgar nada.

Durante el día de hoy, y pensando sobre que escribir, hice un repaso mental a todo lo ocurrido en el mundo durante la semana pasada, y no sabría decir que tema me parece más importante que el resto. Por un lado en Siria, Libia e Israel, la gente se está matando, pero de forma que ya ni nos llama la atención. Acabaron los disturbios del R.U, pero se inicia un debate sobre la educación de los jóvenes.

No sé, demasiado sesudo todo.

Eso si, la JMJ pasó, menos mal. El otro día leí en el periódico que los peregrinos se preguntaban que donde estábamos los madrileños, es muy sencillo, habíamos huido, yo la primera. Por cortar, cortaron el centro de Madrid, la A6, la M30, la M40, la M50, la A5... el metro estaba invadido, era huir o morir aplastados por la multitud.

Dicen que ha sido una demostración del poder la Iglesia... pues no sé, que quieren que les diga, yo creo que si se dan cita todos los seguidores de lo que sea, de todas partes del mundo, seguro que también son un huevo, aunque sea una convención de seguidores de Star Trek, por decir algo.

Además, que ya sabemos como son estas cosas, y más en España que nos apuntamos a un bombardeo, que por celebrar ya celebramos hasta el año nuevo chino. Al final de verdad van dos, y el resto a cotillear. Es como en el Orgullo Gay, que de diez personas, dos son gays y el resto vamos a la fiesta. Pues aquí lo mismo, entre los que ya que estaba por aquí que quedo a mirar, los que para una vez que es aquí no nos lo vamos a perder, y los que iban a pasárselo bien con sus amigos (no olvidemos la media de edad de los participantes), salen dos, que fueron a rezar.

Si el viernes hasta hicieron botellón en Cuatro Vientos. Pues anda que no se lo han tenido que pasar bien ni nada, tantos chavales juntos y sin sus padres.

Ahora eso si, el Papa, vino con todo su boato y esplendor. Y en Somalia la gente sigue muriéndose de hambre. Si Jesús, levantara la cabeza.

Y cambiando de tercio hay otra noticia que quería comentar. Ayer en El País semanal, publicaron una entrevista a una escritora, Elvira Navarro, sobre la que tengo que confesar, que no solo no la he leido, sino que además, no la conocía. En ella hablaba de lo que suelen hablar los escritores, pero hubo una cosa que llamó la atención, decía que no llegaba a fin de mes.

A ver, hay personas, entre las que me incluyo que mataríamos, no ya de alcanzar la quimera de vivir de la Literatura, si no simplemente de ver publicado aquello que escribimos. Según decía, vivía de dar clases de escritura creativa, y no le llegaba. Pues mira, algunos, como quien escribe estas letras, tenemos un empleo tradicional, currando más horas que un tonto en algo que sistemáticamente mata nuestra inspiración, y luego llegamos a casa derrotados, y haciendo acopio de todas nuestras fuerzas nos sentamos delante del ordenador a escribir. Que si a los 33 no hemos publicado dos novelas, es porque no nos ha dado tiempo material de escribirlas, porque nos pasamos el día en la oficina.

Alguien que vive de la Literatura no debería quejarse, y si no, que se busque un trabajo como el resto.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Tonttenham

Lo que está ocurriendo estos días en el Reino Unido es increible. Lo que empezó como una protesta, ha puesto a todo un país en jaque, y además por un puñado de mocosos.

Las imágenes que nos están llegando son aterradoras, no por la violencia que encierran en si, por desgracia nos llegan imágenes de otros lugares aún peores, sino por el trasfondo que hay en ellas. Un grupo de crios, sin ninguna reivindicación, ni motivo aparente, se dedican a saquear y destrozar comercios, y quemar edificios.

¿Pero dónde se ha visto algo así?

Cuando en 2005, se produjeron los disturbios de Paris, tenían un claro motivo. Protestaban contra la falta de oportunidades, deribada de una pésima integración de la segunda generación de inmigrantes. Sin embargo, los ingleses están destrozando todo a su paso, por el mero hecho de hacerlo.

¿Soy la única a la que le ha venido a la mente La naranja mecánica, y su ultraviolencia?

El primer ministro británico ha achacado a la mala educación el origen del problema. Puede que no vaya muy desencaminado. Todos sabemos que estamos ante una generación de adolescentes malcriados, que creen que el mundo es suyo, y pueden campar por él a su antojo, y si algo les sale mal, como no han sido educados contra la frustración, acaban con conductas violentas.

Ha comenzado a haber casos de adolescentes que pegaban a sus padres. Por no hablar de los famosos ni-nis, y hay que recordar episodios tan bochornosos como el ocurrido en las fiestas de Pozuelo hace un par de años, o los niños que entran a robar en casas ajenas por pura diversión.

Se les ha dado todo, sin exigírseles nada a cambio. Cualquier problema, ahí estarán sus padres para remediarlo, enseñándoseles incluso a denostar a la autoridad. No me extraña que ni estudien, ni trabajen, y luego cuando el hijo de los inmigrantes que ha trabajado duro para labrarse un porvenir aprovechando las oportunidades que da la sociedad, dirán que es que les quitan el trabajo. No sé, creo que alguien debería darles un buen guantazo, que es lo que están pidiendo muchos a gritos.

Pero lo del R.U, va más allá de un puñado de niños consentidos. Son hordas organizadas sembrando el pánico. Además, si todo comenzó como una protesta por una muerte a manos de la policía, ¿qué pretenden conseguir destrozando los comercios de sus pobres vecinos?

Viendo como saquean, da la sensación de que se creen impunes a todo, no solo no tienen ningún reparo ético, sino que además no tienen miedo al castigo, probablemente porque están convencidos de que no lo habrá. Los vecinos de las zonas afectadas, se han lanzado a las calles a patrullar, pero viendo lo que les ha ocurrido a personas que se han enfrentado a ellos, hace falta tener mucho valor.

No habrá que detenerles, juzgarles, y castigarles, de forma que la sociedad les de la bofetada que no les dieron sus padres, sino que las autoridades inglesas deberán actuar de una vez por todas, pensando en las víctimas, y no en los delicuentes como se suele tener por costumbre.

martes, 9 de agosto de 2011

Los hábitos reproductores de los labriegos en época de siega, o mi visita al Prado


Hola de nuevo,

Hoy el mundo parece estar algo peor que ayer, pero menos que mañana.

En fin, por donde empezar, cual de las maravillosas noticias que pueblan nuestros queridos e independientes medios de comunicación es más digna de ser comentada que el resto. Pues que quieren que les diga, es todo tan absolutamente horroroso que hoy he decidido hacer mutis por el foro, y cual una J. K Rowling cualquiera, refugiarme ante la adversidad en un mundo ideal (y de paso a ver si cuela, y me hago millonaria como ella).

Pensando sobre que escribir hoy, mi amiga Qlamana desde FFM (lease Frankfurt An Main, vamos el rinconcito del país de los teutones, que no de los tetones, de donde dice la leyenda que proceden las salchichas), me ha sugerido hablar sobre los hábitos reproductivos de los labriegos en época de siega, que es un tema de conversación que yo misma le había sugerido el día anterior, cuando nos casi quedamos sin conversación en un chat. Y digo casi, porque los que me conocen pueden certificar que una servidora, no se queda nunca sin algo que decir.

El caso es que el tema de la labranza, no me ha inspirado mucho, todo lo más me ha recordado a aquellas amenas clases de Sociales en E.G.B, en las que nos ensalzaban las virtudes del barbecho. Ay que ver que cosas más requeteútiles nos enseñaban. Pero en ese punto ha muerto mi inspiración, así que sintiéndolo mucho, y aún a riesgo de defraudar a la audiencia, querida amiga, voy a hablar de otra cosa.

Esta tarde, después de trabajar, he aprovechado que hasta la llegada de Benedicto la semana que viene, está Madrid más vacío que mi cuenta corriente a fin de mes, y me he ido, ¡con el coche! (lease con redoble de tambores) hasta el Museo del Prado. Y hasta he aparcado en la puerta; eso si que es un milagro, y no lo de Fátima.

Mi primera parada ha sido la exposición temporal sobre paisajes italianos. ¿Me ha gustado? buena pregunta. La verdad es que no mucho. No dudo de la calidad de las pinturas expuestas, pero es que a mi no me decían nada. Que si, que estaban muy bien pintadas, que son paisajes muy bonitos, pero salvo varios cuadros de Claudio de Lorena, que eran absolutamente magníficos (que luz, que atarcederes) el resto, ni fu ni fa.

Luego, he subido a ver la del joven Ribera. Esta si que me ha gustado, y mucho. Es pequeña, pero matona. No hay un solo cuadro que no merezca ser contemplado con verdadero éxtasis. No tengo adjetivos para describirlos, he visto pocos retratos que reflejen así la psicología del personaje. Yo no sé si es debido a que se trata de su primera étapa, pero me han parecido muy diferentes a los que hay en la colección permanente del museo. Había un San Pedro, que porque estaba viendo que era de Ribera, que si no hubiera jurado que era un Caravaggio.

Y hablando de Caravaggio, en esta visita no podía faltar el cuadro cedido por el Vaticano. "El descendimiento". A mi es un pintor que particularmente me gusta mucho, aún recuerdo la magnífica exposición que hubo en este mismo museo hace años sobre él, pero éste es un cuadro que refleja de lleno lo mejor de su estilo. No me suelen gustar los pintores barrocos, pero los cuadros de este hombre tienen algo especial. Claro que después de ver los de Ribera, tengo que decir que el español no le desmerece en nada.

Luego he estado viendo la tan cacareada nueva colocación de cuadros en la Galería Central. No me gusta. Todos sabemos, que en el Prado de vez en cuando les da una ventolera, y cuando ya sabías donde estaba todo, van y lo cambian de sitio, no nos pilla de sorpresa, pero como los han puesto ahora no me gusta.

Han quitado a los pintores españoles que la poblaban, Ribera, Zurbarán y Velázquez, y han puesto a Rubens, los pintores venecianos ( Tiziano, Tintoretto y Veronés), Guido Reni... yo creo que es algo muy de cara a los turistas. Obviamente en el orbe es más conocido, por ejemplo, Rubens que Zurbarán, pero éste es un museo español, y me parece mal que releguen a un segundo plano a los principales pintores españoles.

Lo que digo no es porque no me gusten los cuadros que han colgado, no por favor, La Adoración de los Reyes de Rubens, o El lavatorio de los pies de Tintoretto son de mis favoritos, y siempre forman parte obligada de mi visita a este museo, pero es que lo siento, creo que Las Lanzas o La Magdalena de Ribera tienen más derecho que otros a estar ahí.

Pero bueno, creo que al director del museo mi opinión se la traerá al pairo. Aunque aprovecho, para pedir que por favor, vuelvan a poner las Meninas como estaban cuando yo era pequeña, en una sala aparte, tenuemente iluminada y con un espejo enfrente para que se apreciara del todo su efecto 3D (y sin gafas de colorines).

En fin, que para mí, cualquier excusa es buena para ir al Museo del Prado, donde por más veces que vaya siempre descubro algo nuevo hasta entonces no había visto, o vuelvo a contemplar obras, que de tanto mirarlas a lo largo de los años, hacen que incluso viéndolas de lejos, ya me hagan sentir como en casa.


lunes, 8 de agosto de 2011

Los madrileños también somos ciudadanos con derechos

Vivir en una ciudad como Madrid, es algo que muchas veces te delimita la vida.

Lo hace porque es una gran ciudad, de esas que nunca duerme, y que ofrece un sin fin de oportunidades. Pero tal vez por eso mismo nos castiga, en contrapartida, con grandes distancias, a veces dificilmente asumibles, y sobre todo un continuo ir y venir de gente.

Madrid es el manifestódromo por excelencia de este país. Todo aquel que considera que tiene algo que decir o sobre lo que protestar, se lía el petate y se planta en la Gran Vía. Yo no sé para que tenemos tanta autonomía y tanta historia, si al final todo el mundo acaba por venirse aquí.

Los madrileños, criados en el estoico arte de aguantar lo inaguantable, soportamos como podemos las molestias que estos acontecimientos nos ocasionan. Pero a veces, y sólo a veces, nuestra paciencia revienta.

A las habituales manifestaciones porelmotivoquesea, que nos cortan las calles un día si y otro también, hay que unir el pintoresco paso de ganado por la cañada real que es el propio corazón de la urbe, mercadillos, festejos varios, y recientemente el 15M. A mi me parece fantástico que la gente se indigne, no es para menos con lo que nos está cayendo a los españoles, pero digo yo que se pueden indignar en su casa.

La semana pasada los miembros del movimiento 15M, se dedicaron a boitear esta ciudad (menos mal que es verano y está así como al 25% de ocupación), cortando arterias tan fundamentales para el tráfico, como el Paseo de la Castellana. Vamos lo que nos faltaba.

No hace falta decir que muchas de sus reivindicaciones son legítimas, y que representan el sentir de gran parte de la población, pero eso no les da carta blanca para hacer lo que en cada momento les parezca oportuno. Cortar calles principales de esta ciudad de forma indiscriminada, y en día laborable, es algo que no perjudica en nada a los políticos, pero si a los ciudadanos de a pie, justo a los que este movimiento pretense representar.

No se puede hablar del 15 M sin mencionar su acampada en Sol. Como yo soy de esas pocas personas a las que no les gusta que nadie piense por ellas, y por tanto, no me fio de los medios de comunicación, me fui a Sol a ver con mis propios ojos lo que había allí. Mi impresión sobre la acampada, será un tema que trataré en otra ocasión, pero el motivo de mencionarla en esta entrada, es que uno de los hechos por los que ha sido tan criticada es que parece ser que perjudicaba a los comercios. Pues que quieren que les diga, con el trasiego que gente que había en Sol, haciendo lo mismo que yo, es decir, curiosear, dudo mucho que nadie se haya dejado caer en una tienda, ya que estaba por allí, además, que en ningún momento yo vi que se obstaculizara el paso a los comercios. Vamos que les aseguro que un día de diario normal no hay tanta gente en Sol, creánme que yo soy del centro.

Pero es que además, en los próximos días acogemos la Jornada Mundial de la Juventud, es decir, que viene el Papa. Venga, ya rematamos la jugada.

A mi, personalmente que venga el Papa, me trae al fresco, por decirlo de forma coloquial. Aunque si que es cierto, que me parece increible que el supuesto representante de una fé que sigue los preceptos de un hombre que estaba al lado de los más desfavorecidos, se gaste la ingente cantidad de dinero que esta visita a suponer para las arcas del Vaticano, cuando en Somalia la gente ahora mismo se está, literalmente, muriendo de hambre.  Ésto si que es para indignarse.

Pero volviendo al tema inicial, resulta obvio que la JMJ va a suponer, un nuevo inconveniente para moverse por Madrid. Habrá cortes de tráfico, gente surgiendo hasta de debajo de las piedras... vamos como para huir.

Hoy en la oficina (porque quien suscribe estas líneas, trabaja, que se le va a hacer, tengo ese vicio), me decían que porque me molestaba la visita del Papa, que también el Orgullo Gay corta calles. Es un comentario curioso viniendo de personas que me juego lo que sea a que nunca han ido al Orgullo Gay, en el que lo único que se corta, es la Gran Vía, y además un sábado por la tarde. Eso sin contar con que es una fiesta que no cuesta un duro al Ayuntamiento porque la organiza Cogam, y que por el contrario supone una consirable inyección de dinero para el séctor hostelero de la capital. Pero claro, el Papa tiene más marketing que el colectivo homosexual.

A todo lo anterior, hay que sumar, que el movimiento 15 M dice que tiene preparados una serie de actos la semana que viene, en respuesta a la JMJ, algo a añadir al boicot que están haciendo determinados sindicados declarándose en huelga y ralentizando servicios fundamentales como el metro. Que digo yo que los madrileños normales también vamos en metro, y nos van a jorobar igual. Jolin, vamos a declarnos todos en huelga porque han subido el billete sencillo a 1,50 €, eso si que es un escándalo (por cierto, a los participantes de la JMJ, se lo dejan a 1€, voy a ver si la semana que viene me hago pasar por monja).

En fin, que si no fuera porque me encanta mi ciudad, y no sabría vivir en otro lugar, emigraba. Ahora eso si, en la próxima protesta me voy a ir con una pancarta que diga, "Esta ciudad no es un decorado. Los madrileños también somos ciudadados con derechos, porque no os vais a protestar a vuestro puñetero pueblo"

domingo, 7 de agosto de 2011

El inicio

Hola,

Hoy comienzo este blog. Llevo tiempo con la idea rondándome por la cabeza, pero no sé por que no terminaba de decidirme.

El principal motivo que me ha llevado a expresar mis pensamientos a través de internet, exponiéndolos a una nube de desconocidos, y algún que otro conocido, es principalmente que estoy un poco hasta las narices del mundo.

Y cuando digo mundo, utilizo esta palabra en el más amplio sentido. Es decir, estoy harta de la crisis, del paro, de las hipotecas, de los políticos, de los medios de comunicación, de los indignados, de los chinos, de la pasividad de la ONU, el ibook... vamos hasta el moño de como va todo de un tiempo a esta parte.

Si es que parece que se vaya a acabar el mundo.

En fin, basicamente me voy a dedicar a vomitar aquí todo aquello que ronda por mi mente, ya sea política, economía, derechos humanos, cine o Literatura.

Sobre Literatura me vais a leer mucho, porque soy algo así como un proyecto de escritora. De hecho el título del blog, es el de mi libro favorito "La Montaña mágica" de Thomas Mann, todo el mundo debería leerlo una vez en la vida. Y el nombre con el que firmo es uno de los personajes de la novela, el señor Albin, que aunque no es uno de los protagonistas, siempre me ha llamado la atención, por la curiosa coincidencia de que es el apellido de mi bisabuela.

Bueno, y de momento nada más, al menos hasta que ordene mi mente, y me decida que tema de actualidad me molesta más.

Como se trata basicamente de