martes, 21 de noviembre de 2017

Madrid y la polución:

Desde hace unos días en la ciudad de Madrid llevamos registrando unos niveles extremadamente altos de polución, que hacen que se esté activo el escenario 2 anticontaminación, es decir, no se puede circular a más de 70 km/h ni aparcar en horario y zona SER. Medidas que, aunque necesarias, no sé si son suficientes ¿por qué? porque son circunstanciales y no permanentes, a saber, en cuanto llueva o haga viento todo volverá a la normalidad, todo el mundo volverá a coger el coche, y de nuevo los que vivimos en la ciudad respiraremos un aire insano. Pero a nadie parece importarle realmente.

La que escribe estas líneas ha nacido y vivido siempre en la ciudad de Madrid, pero en Madrid, Madrid, vamos, en el centro, lo que hace que tenga callo en lo que a contaminación se refiere. Recuerdo de siempre las recomendaciones de no salir a correr cuando pasaba un tiempo prolongado sin llover, o las hojas de los parques recubiertas de un polvillo grisáceo. Pero nunca he tenido como ahora la sensación de respirar mierda pura, se palpa, se mastica, y ésto lo están respirando nuestros hijos. Pero a nadie parece importarle realmente.

Todos sabemos que la gran culpa la tiene el tráfico, por mucho que la industria del automóvil se empeñe en decir que sólo es responsable del 30% de la contaminación de la ciudad, y para ser más exactos, el tráfico que genera la gente que vive fuera de la ciudad. Y no es un tópico, no es algo manido, es la pura realidad. ¿ Por qué? porque tienen la puñetera costumbre de ir en coche hasta al baño, cuando los madrileños en nuestros trayectos por la ciudad cogemos el transporte público, salvo extrema y real necesidad (habrá excepciones por supuesto, pero es la gran realidad). Conozco a gente que se medio escandaliza cuando les digo que meto a mis hijos en el autobús (desde prácticamente su nacimiento), o que no cogen el autobús pese a tenerlo en la puerta de casa, porque nunca lo han utilizado, si tienen coche...

Tengo la circunstancia de tratar con mucha gente que vive fuera de Madrid, y su, como denominarla... insolidaridad, indiferencia, inmadurez inclusive, es pasmosa. Hoy un compañero de trabajo, residente en Rivas, me decía que hay que ver que el Ayuntamiento de Madrid cada está poniendo más incómodo el ir a Madrid en coche, no he podido por menos que decirle, que por supuesto, es que esa es la idea. A ver si nos vamos enterando todos.

A lo largo de mi vida he tenido que oír todo tipo de comentarios, desde un "Uff, paso, yo luego me voy a mi casa, y ahí os jodéis los de la capital" de otro vecino de Rivas (a ver si lo pasa es que os jode a vosotros vivir en el culo en el mundo), a "es que si nos lo ponen tan difícil ir en coche, no sé de que vais a vivir los madrileños" (si, es lo que tiene, que la ciudad vive sólo de la gente que viene en coche), u "hombre, no va a ser Madrid para los madrileños" (no, pero somos los que nos tragamos la mierda, y es nuestra ciudad, que se mantiene con nuestros impuestos, así que lo siento pero si, tenemos preferencia y derecho a no morir de cáncer de pulmón) pero el más habitual es "odio Madrid, no sé como puede nadie vivir ahí", pues eso, como os gustan tanto, a ver si empezáis a quedaros ya en vuestros puñeteros pueblos.

Pero por favor, no nos olvidemos del gran tópico, "tendrán que poner medios y mejorar el transporte público, ¿no?", evidentemente siempre hay cosas que mejorar, pero lo cierto es que Madrid tiene uno de los mejores sistemas de transporte público del mundo, por encima de muchas otras ciudades europeas, creedme, lo dice alguien que ha cogido el metro en Roma, Londres, Berlín, Paris... llegas a Madrid y besas el mapa del suburbano. ¿Qué es mejorable? sin duda, hace mucho que el metro de Madrid, no vuela, que se debería ampliar la red de cercanías y con ella los aparcamientos disuasorios, que ambos medios de transporte, junto con los autobuses, tuvieran mucha más frecuencia de paso en horas punta, que los autobuses, urbanos e interurbanos fueran no contaminantes, y sobre todo, que se rigieran con puntualidad inglesa.

A todo esto, quien estas líneas suscribe, defensora a ultranza del transporte público, va al trabajo en coche, ¿por qué? pues porque no me quedan más huevos. Y es que hay un problema muy habitual y que nadie parece ver, y es que el transporte público une los distintos barrios de la ciudad, y los municipios del extrarradio con la capital, es decir, se basa en un sistema de visión centípetra totalmente desfasado. Desde hace años se está produciendo una deslocalización de las empresas fuera de las grandes urbes, de manera que se ubican en municipios fronterizos, parques empresariales, polígonos industriales... zonas que no están en absoluto preparadas para acudir a ellas en transporte público, principalmente porque no lo hay o es claramente deficitario. Sinceramente no se debería permitir que se otorgaran licencias para construir grandes edificios de oficinas, si la zona no está dotada previamente de infraestructura suficiente, o  no hay un compromiso real de la Administración Pública de ponerlo en el futuro. El mejor ejemplo de ésto es la nueva sede de BBVA, que está provocando tales atascos que hasta está siendo motivo de estudio por el Ayuntamiento, y digo yo, la solución no sería poner una boca de metro o estación de cercanías cerca; es como la ciudad financiera del Santander, claro que ahí ya rizaron el rizo y pusieron el metro ligero, es que algo así como, venga vamos, me hago la vuelta a la Comunidad de Madrid hasta que consigo llegar al trabajo. Señores de la Administración, que para que el transporte público sea útil, lo primero de todo tiene que ser accesible y ágil, en el sentido de que no tiene mucho sentido que de más vueltas que una peonza, y se tarde media mañana en llegar del punto A al B, porque entonces la gente coge el coche.

En mi caso si quisiera ir al trabajo en transporte público tardaría dos horas en ir y dos horas en volver, frente a 20 minutos en coche ¿lo ponemos en una balanza?

Así ocurre, que en los últimos grandes episodios de contaminación, ésta llegó hasta Alcorcón, Coslada y Majadahonda, porque claro, no le puedes decir a la polución, mira no que es que aquí acaba el término municipal de Madrid, de este punto kilométrico no pases, porque va ser que no va a hacer mucho caso. Y eso es algo que a mucha gente no parece importarle realmente.

Luego está el otro problema que sufrimos muchas personas, la inaccesividad física al transporte público. Me explico, cuando se va con un carrito de niño se puede subir a los autobuses de la EMT (siempre que no haya otro carrito dentro), si, pero es difícil abarcar toda la ciudad en autobús, es más, con niños pequeños puede ser la aventura del Poseidón (yo tendría que coger tres autobuses para ir a Sol desde mi casa), y en el metro gran parte de las estaciones no tienen ascensor, es cierto que muchas madres y padres se la juegan bajando y subiendo los carritos por las escaleras mecánicas, pero a mi personalmente me da pavor. Desde que soy madre estoy obsesionada con las barreras arquitectónicas, realmente no te das cuenta hasta que no lo sufres, pero lo malo es que lo mío es pasajero, pero las personas en silla de ruedas lo sufrirán toda la vida.

Por todo ello, me parece absurdo tener protocolos anticontaminación para escenarios determinados, en lugar de medidas permanentes. Como una vez oí a un periodista decirle a Gallardón cuando era alcalde, no se puede estar pendiente de que llueva, porque la danza de la lluvia no es una opción tangible.

Que esa es otra, están los embalses al 37%... nos veo como en Mad Max.

¿Y qué haría yo? pues sin ser ni mucho menos una experta en la materia, tomaría las siguientes medidas:

  1. Prohibir la circulación en la ciudad de Madrid a los coches más contaminantes, sean de residentes o no. 
  1. Hacer de todo el distrito centro, una gran APR (bueno, esta medida ya está en marcha), y estudiar ampliarla a otros distritos, como Salamanca o Retiro, aunque si que creo que estas medidas deben ir acompañas de la construcción de más aparcamientos para los no residentes, ya que sería el único punto al que podrían acceder de la zona, y la casuística de las personas y sus necesidades pueden ser muy variadas. 
   Para quien no lo sepa, las APR son las áreas de prioridad residencial, cuyos accesos están controlados por cámaras de seguridad, de manera que sólo pueden acceder los residentes, o los no residentes única y exclusivamente si se dirigen a      un aparcamiento. Actualmente son APR los barrios de Ópera, Cortes, Embajadores y Letras.

  1. Poner un peaje de acceso a la ciudad a los no residentes. 
  1. Ampliaría la red de metro y cercanías, así como los aparcamientos disuasorios. Todavía hay barrios en la capital sin metro, y municipios grandes sin cercanías. 
  1. Mejoraría, y mucho, la accesibilidad al transporte público para las personas con movilidad reducida. 
  1. Cambiaría toda la flota de autobuses urbanos e interurbanos por otros no contaminantes. Estudiar la posibilidad de exigirlo también a taxis y VTC. 
  1. Ampliar los puntos de recarga para vehículos eléctricos. 
  1. Mejoraría la frecuencia de paso de autobuses, metro y cercanías en horas punta. 
  1. Tenemos que tener un transporte público ágil y eficaz, para ello, deber ser realmente puntual, y rápido, lo que llevaría a estudiar la actual red para detectar sus carencias, las vueltas de peonza no tienen mucho sentido. 
  1. Crearía una tarjeta como el SER, para aquellas personas que necesite usar el coche para trabajar, ojo, no para ir a trabajar, sino para desarrollar su actividad laboral, ya sea por cuenta ajena o propia. Algo parecido a la tarjeta para industriales, pero ampliada a turismos, con más horas de aparcamiento por día, y siempre limitada a vehículos que no superaran un determinado índice de emisiones. 
    Como supongo mucha gente lo no sabrá, los vehículos industriales tienen la posibilidad de obtener una tarjeta que les permite aparcar en zona azul durante 6 horas al día.

  1. Exigir a las empresas con más de 50 trabajadores la elaboración de un plan de movilidad. 
  1. No permitir la creación de espacios empresariales en zonas sin transporte público, o sin perspectivas de tenerlo en un futuro, o que aún teniéndolo éste sea claramente deficitario. Revisaría las existentes, y volviendo a la medida 4, actuaría sobre éstas. 
Todo ésto no se me ha ocurrido de repente, está muy pensado y meditado, y es que nada me haría más ilusión en esta vida que ser la alcaldesa de mi querida Madrid (aunque muchas de las cosas que indico, dependen de la Comunidad de Madrid), porque eso es precisamente lo que le hace falta a esta ciudad, dejar aparte los intereses partidistas, y ser dirigida por gente que realmente la ame.