domingo, 13 de mayo de 2012

Sobrevivir a una boda

Llevo más de un mes sin publicar ninguna entrada, y el motivo principal es que me he casado. Si, pese a la crisis económica, pese a mi salario de mileurista, pese a que el que es ahora mi marido esté en paro, me he casado. Y ha sido una experiencia cuanto menos curiosa.

Todo comenzó hace aproximadamente 5 años, cuando mi marido me dió un ultimatum para que me fuera a vivir con él, después de 6 años de relación. Me costaba irme de casa, es cierto, soy hija única y me llevo fenomenal con mis padres, estaba muy a gusto, la verdad, así que irme fue un gran paso para mi. Pero me fui a vivir con él, y en aquel preciso instante comencé a pensar que tal vez deberíamos casarnos.

Cuando le planteé la idea de la boda, puso una cara que mejor no describirla. Vamos no le hizo ni pizca de gracia, así que como basta que me digan que no a algo, para que sea lo que más quiera hacer en el mundo, he estado durante los últimos cinco años erre que erre con la boda. Y lo conseguí.

Finalmente, el año pasado se dió por vencido, y nos fuimos en el mes de abril a iniciar los trámites al Registro Civil de Madrid, ahí empezó todo.

Que sepan todos aquellos que quieran contraer nupcias civiles, que se tienen que hacer ellos mismos todos los trámites, no como en las bodas religiosas donde el sacerdote hace las veces de improvisada gestoría, aquí no, aquí tú te lo guisas, tú te lo comes.

El Registro Civil de Madrid, está en la Calle Pradillo, cerca del Auditorio Nacional. Cuando entras el panel informativo te indica que para matrimonios hay que subir a la cuarta planta, allí que nos fuimos. No voy a decir la cantidad de gente que había allí, porque ni me planteé contarlos, pero tras esperar casi una hora de cola (menos mal que me había cogido el día de vacaciones), una amable funcionaria nos indicó que ese día no podíamos hacer nada, que volviéramos el día 11 de mayo con un testigo y una copia de nuestras partidas de nacimiento, para incoar el expediente matrimonial.

Nos lo podían haber dicho antes de esperar....

Un mes después, con las partidas de nacimiento, y mi padre como testigo, volvimos al Registro Civil, el día y la hora que nos habían indicado. Tuvimos que esperar así como hora y media. Finalmente nos atendieron, incoamos el expediente matrimonial, y nos dijeron que teníamos que volver al mes siguiente para recogerlo.

Para unas prisas.

Ya en junio, fuimos a recoger el expediente. Nosotros, ingenuos, queríamos casarnos en nuestra ciudad natal, Madrid, primero porque somos de aquí (si, también existen los madrileños autóctonos), y segundo porque una enfermedad de mi suegra nos impedía desplazarnos. Y el caso es que en el Ayuntamiento de Madrid no te dan fecha de boda hasta que no tienes el expediente listo, no como en otros lugares donde pides fecha, y luego ya si eso vas haciendo el expediente. Podíamos habernos casado en el mismo registro civil, pero es un sitio horrible, donde anuncian las bodas por megafonía como si fuera el Corte Inglés, y apenas duran unos instantes. De hecho una tía mía se casó allí, y mi abuelo que iba en silla de ruedas y tardó un poco más en llegar porque tuvo que esperar al ascensor, no llegó a tiempo de ver casarse a su hija.

El caso es que ya teníamos el expediente matrimonial en nuestro poder. Por fin, podíamos pedir fecha. Entonces llamo al Ayuntamiento de Madrid, y me dicen que las bodas se celebran en las Juntas Municipales, bien, que hay que ir a pedir fecha a la Junta en concreto en persona, regular, y solo celebran bodas los jueves.... LOS JUEVES. Vamos que o te casas por la Iglesia, o en Madrid capital no te puedes casar un sábado. Miramos Ayuntamientos cercanos a la capital que celebren bodas en fin de semana, y haberlos hailos, pero como no es nuestro consistorio, nos cobran más de 800 €. Nos quedamos con Madrid.

Cojo otro día de vacaciones, y vamos a pedir cita a la Junta Municipal de Centro, porque la Plaza Mayor me parece el lugar ideal para una boda. Allí una amable funcionaria nos indica que no hay fecha en todo el 2011, que las listas para el 2012 salen el 2 de noviembre, y que madruguemos, que ese mismo día se les suelen acabar las fechas.

Descartada la Plaza Mayor, me saco de internet una lista con todas las Juntas Municipales de Madrid. Mira que son horribles algunas. Finalmente me quedo con Chamberí y Arganzuela, que sin ser la Plaza Mayor son muy bonitas. Y allá que se va mi marido el 2 de noviembre, es decir, 8 meses después de que pisáramos el Registro Civil la primera vez. Va primero a Chamberí porque la familia de mi madre es de Chamberí, y ya puestos a elegir Junta, que mejor que una con recuerdos familiares, y ALELUYA, nos dan fecha para el 12 de abril de 2012 a las 13:15 de la mañana. Mi prima se saca justo un mes después, pero yo ya no suelto esa fecha por nada del mundo, que me ha costado más conseguirla que encontrar un buen sitio para coger caramelos en la cabalgata de Reyes.

Ya con fecha, podíamos comenzar los preparativos de la boda.

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