domingo, 12 de febrero de 2012

Me duele Europa

Parafraseando a los autores del 98, y su mítica cita "me duele España", hoy más que nunca tengo que decir que me duele Europa.

Y me duele porque pasa por uno de sus peores momentos desde el final de la II Segunda Guerra Mundial. Estamos asistiendo a acontecimientos históricos que sin duda algún día hará que nos volvamos a nuestros nietos y les digamos, yo lo viví.

Pero también me da miedo por las alas que esta crisis está dando a la derecha más rancia y apolillada. Ya ocurrió otra vez, ya hubo otro momento en el que otra crisis, y otras circunstancias, llevaron al avance imparable de los totalitarismos en sus distintas modalidades. Y todos sabemos como acabó. Sin duda, ahora más que nunca, se hace buena aquella frase de Cánovas del Castillo que decía que hay que conocer bien la Historia para no volver a cometer los errores del pasado.

Es un hecho objetivo que en la mayoría de países de Europa gobiernan partidos de índole conservadora, algo que por si mismo no es malo, ni bueno, simplemente es. El problema viene cuando los conservadores se mezclan con los derechistas más ultras.

Y cuando digo ésto no hablo del gobierno de Mariano Rajoy, ni de España. Este país más que miedo, me da vergüenza, pero de la buena. No voy a hablar de la condena a Garzón (curioso que el primer condenado por una trama de corrupción, sea el juez encargado de enjuiciarla, justo cuando el partido involucrado en la misma ha llegado al poder), ni de la otra Sentencia que tiene pendiente Garzón (de verdad es tan terrible que unos ciudadanos traten de enterran a sus muertos, de cerrar heridas. O será que hay personas que creen que esas heridas están mejor abiertas, o que no quieren saber/reconocer que sus abuelos fueron lo que fueron, o lo que es peor, que los rojos como mejor están es muertos), tampoco voy a hablar de la reforma laboral...
Bueno, si, de la reforma laboral si que voy a hablar:

Sr. Rajoy, así en Tribuna abierta, desde la red, le pregunto ¿en serio considera que la mejor forma de crear empleo es facilitar la manera de destruirlo? ¿no se ha planteado que en lugar de limitar derechos laborales en pro del aumento de poder de la patronal, sería más beneficioso para el país ayudar a la creación de empresas?

La reforma laboral permite, entre otras cosas, flexibilizar los contratos de trabajo, ya sea en horario y/o salario y condiciones. Eso es algo que ya existe en otros países como Alemania, donde se han tratado de salvar puestos de trabajo reducciendo jornadas, pero es que ésto no es Alemania, es España, el país de Rinconete y Cortadillo y El Lazarillo de Tormes, y lo que va a ocurrir es que se va a aprovechar por las empresas para exprimir hasta el infinito a los trabajadores. Porque en España hay mucho paro, pero los que estamos trabajando, estamos haciendo el trabajo de cinco.

Alemania, el destino soñado de muchos españolitos de a pie desde hace décadas. Como si pavimentaran las aceras con ladrillos de oro. Y no es el caso. Bueno, Alemania y recientemente Noruega, donde muchas personas sin cualificación, esos que se han quedado descolgados del "ladrillo" se han marchado en busca de trabajo, y al llegar se han topado con que sin estudios, ni, sobre todo idiomas, no van a ninguna parte.

Allí gobierna la omnipresente Angie, quien parece decidir el destino de nuestras vidas, haciéndolo desde el más absoluto de los desconocimientos, o quien sabe, quiza desde el más absoluto de los sentimientos de superioridad. Pues acabo no criticó a España porque según su opinión teníamos demasiados días de vacaciones. Cómo es posible que se nos ataque por algo así cuando la propia Alemania supera los 30 días laborales de vacaciones anuales, y hay países como Francia que llegan hasta los 43 días hábiles. Pero claro, nosotros somos mediterráneos, y debe ser que valemos menos, o que nuestras vacaciones deben ser menos, para así estar disponibles cuando vengan sus conciudadanos a nuestro país a gastar cuanto menos dinero sea posible, en beber cuanto más sea posible.

Pero el resto de Europa no está mejor. No hablemos ya de Grecia, donde por pagar la deuda contraída por su Estado los ciudadanos se ven abocados a la pobreza, así sin más, como si no valieran nada, como si salvar a los bancos que compraron su deuda soberana, valiera más que sus propias vidas. Y si no, que se salgan del Euro, porque ese es el quiz de la cuestión, el Euro. ¿Soy la única que piensa que todo esto que nos ocurre es un ardiz, porque una Europa fuerte y unida no interesa al resto del mundo?

Lo más curioso es que de Irlanda, Portugal e Italia, ya no se ha vuelto a hablar. Como si no existieran. ¿Les va mal? ¿les va bien? ¿pagan su deuda? ¿la gente come? a saber. Tendremos que esperar al próximo capítulo.

Y luego está Francia. La arrogante Francia, que se creía superior a sus vecinos, y un día de golpe y porrazo le desapareció una A. Ahora celebran elecciones, estoy espectante, puede que nuestros vecinos marquen un cambio de gobierno, o no. Sigo sus elecciones con especial interés, porque, y así vuelvo al tema inicial de esta entrada, el problema principal viene cuando se mezclan los políticos conservadores, con la extrema derecha.

Dentro del gobierno francés, el ministro de Interior, Inmigración y Culto, Claude Guéant, pertenece a ese peligroso grupo que es el fascismo de rancio abolengo. No sólo es racista y xenófogo, e intenta con sus políticas blindar Francia de inmigrantes (ha llegado a remitir circulares a las empresas para que den prioridad a becarios franceses), y además no se oculta, pronunciando abiertamente frases como la publicada en Le Figaro: " A diferencia de los relativistas de izquierda, nosotros pensamos que no todas las civilizaciones valen lo mismo", sino que además, lo que es más triste, Nicolás Sarkozy (hijo de inmigrantes) si gana las próximas elecciones le volverá a nombrar ministro. De hecho, recientemente, delante de Ángela Merkel, defenció la frase de Guéant publicada en Le Figaro, diciendo que era de sentido común.

Y no contentos con eso, la candidata a la presidencia francesa, Marine Le Pen, junto con Martin Graf, uno de los líderes del extremista Partido de la Libertad austriaco, asistió el pasado 27 de enero, en Viena, a una celebración neonazi que conmemoró, con un claro tono festivo, el holocausto judio.

¿Qué le ocurre a Francia? el país de la República basada en la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, el país de la primera declaración de derechos del hombre y del ciudadano, la nación pionera en libertades individuales. ¿Qué futuro le espera a Europa si el primer país que se levantó contra el yugo del absolutismo, cae ahora, a consecuencia de crisis económica, en manos de la ultra derecha?

¿Qué nos quedará al resto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario